Al llegar nos topamos con una aldea realmente preciosa. Como casi todas, la aldea se ubica en medio de cerros cubiertos de hermosos arboles de muchos tonos distintos, en un valle con un rio que cerpentea entre las casitas, los templos y los cultivos. Francamente, no me molestaria nada venirme a vivir aca un tiempito. Tan pacifico!
Pero bueno, nada que hacer y, como dicen por ahi, al mal tiempo buena cara... ademas que hay peores formas de pasar un dia que recorriendo semejante pueblito ;-) Al final, caminamos y conversamos por un par de horas y terminamos relajados durmiendo una siestecita al lado del rio, juntitos, con un sol algo oculto pero por ende perfecto para mantenernos calentitos sin tostarnos. Muy weno!
Ah, y al final no todo fue en vano, al menos logramos ver a UNA japonesa ataviada y lista para el desfile:
No comments:
Post a Comment