Monday, April 18, 2011

Nadie se va sin pagar...

Hace un tiempo comenté que tuvimos un pequeño accidente y perdimos nuestro querido Tercel en ello. Bueno, habiendo hace tiempo arreglado el tema del auto mismo recién ayer, 5 meses y medio después,  pude cerrar finalmente el tema legal, un proceso desagradable del que ya había comentado (http://piliydaniel.blogspot.com/2011/01/sobre-el-sistema-de-justicia.html). Bueno, la razón para escribir esto es no volver a olvidarme de este proceso, que me ha hecho darme cuanta de algunas cosas y repensar otras en las que, reconozco, fui un ingenuo.

¿Cómo me fue? Podría haber sido peor, pero el meollo del asunto es que:
  • Yo mismo hice la denuncia, creyendo que el sistema de justicia era un servicio público para las personas y que si no había hecho nada malo no tenía porqué temer.
  • Creo no haber hecho nada malo y mi declaración así lo dice cuando indica:
    • Que no iba a una velocidad excesiva
    • Que el tráfico para salir de santiago en Halloween era muy difícil y era imposible mantener mayor distancia con el auto de adelante.
    • Que la causa del accidente fue un frenado brusco del 4x4 anterior, donde quemó los neumáticos.
    • Que mi auto no tenía la misma capacidad de frenado que la 4x4.
    • Que a pesar de ello logramos exitosamente maniobrar para evitar una colisión mayor.
  • No hay querella por parte de nadie más ni declaración que contradiga nada de lo anterior.

Bueno, a final de cuentas el resultado es que conversé con la juez directamente para explicarle el caso. Según ella, sentada en esa suerte de plataforma que usan en los juzgados para hacer que la gente se sienta inferior, me dijo que conocía bien el caso y lo había analizado en detalle, pero que cuando se puso a mencionar un taxi (nunca apareció un taxi), me hizo dudar bastante. De todas formas le expliqué lo anterior y me dijo que iba a tener estas cosas en consideración. Al final la carta que llegó a mi casa me declara culpable de "manejar en forma descuidada y haber perdido el control del vehículo".

Aprendizajes:

  • Eso de "ser inocente hasta que se demuestre lo contrario" es mentira. Claramente uno es por defecto culpable, aunque no haya declaración o evidencia alguna.
  • No hay que pedir apoyo en el juzgado para que a uno le expliquen el proceso a seguir. Ellos, según las palabras literales de la juez, no están ahí para eso. El problema es que tu les preguntas, haces lo que te dicen y solo al final te enteras de que había alternativas que nunca mencionaron.
  • Tu testimonio no es suficiente. Al parecer, sin llevar uno más "evidencia" (que por lo que he escuchado corresponde a testigos falsos), estás frito.
  • Hablar con esa gente es como hablar con una grabadora portátil. No les interesa conocer la verdad de lo que ocurrió ni entenderla. Sólo les interesa poder llenar sus documentos y seguir los cientos de pasos establecidos.
  • Nunca denunciarse a uno mismo, que sea otro el que te denuncie. Dejar sólo una constancia.
En resumidas cuentas, mi conclusión es que el sistema de justicia no tiene interés en la VERDAD, no tiene interés en la JUSTICIA y sospechosamente se lleva siempre algo de dinero para ellos mismos, sin importar que un accidente en cuestión no haya causado daños a nadie. Nadie es tu amigo, nadie va a velar por ti o siquiera informarte. Lamentablemente este episodio no solo me hizo perder la inocencia en este tema, sino perder cualquier fe en el sistema. Una vez más me veo en contra de la ley, y, para ser francos, ya no le tengo respeto alguno.

Triste, pero cierto.