A la manana siguiente estabamos en pie al alba con tal de estar entrando a los templos a las 8:00 am. Aqui se encontraba, uno de los templos mas suntuosos e importantes de la zona, de unos 1200 anos de antiguedad y a tan solo unas horas de Tokyo. La verdad yo pense que iba a ser como el resto que habia visto hasta ahora, pero toda imaginacion se queda corta. Voy a dejar que las imagenes hablen por si solas...
... y eso que compramos un pase para entrar en los templos, pero muchos lugares no admitian fotos. Sobretodo de los 3 budas dorados de 4metros de alto que vimos! Permanecen semi-ocultos en el templo mismo. De hecho, muchos templos tienen una suerte de altar cerrado donde uno nunca ve lo que hay dentro, ya que, literalmente, no es para ojos mortales ;-)
Sobre las vistas les cuento que los bosques en Japon son otra cosa. Tienen tomos muy variados, por lo que se ven como llenos de manchas. Lamentablemente, no he logrado hacerles justicia con la camara...
Nos pegamos un gusto con el almuerzo y luego nos dirigimos a la estacion. Un par de horas mas tarde, algo cansados ya, llegamos algo tarde al pueblo de tono, bastante mas rural. Pero eso es historia para otro post...
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