Tuesday, February 21, 2012

Visita Leo y Bárbara

Después de varios meses estando fuera, el recibir a nuestros amigos en nuestro hogar gringo, no deja de ser una experiencia emocionante. 7 meses fuera de Chile y uno ya empieza a olvidar ciertas cosas, pero no a los amigos. Reencontrarnos con Leo y Bárbara me hizo darme cuenta que la cercanía sigue a pesar de la distancia. Pareciera que nos hubiéramos visto ayer.

Fue una visita muy rica, mil gracias chiquillos!! Se hizo corta su estadía, pero pudimos compartir cocinando juntos ricas comidas, teniendo largas conversaciones post comida, jugando jueguos de mesa retomando la tradición de Chile y recorriendo algunas atracciones de Pittsburgh.


Duquesne incline, funicular construido en el siglo 19 para acarrear carga y residentes del Monte Washington, para evitar la cansadora subida a pie. Desde arriba se puede apreciar una linda vista de Pittsburgh, principalmente del "Golden Triangle", formado por la convergencia de tres ríos: Ohio, Monongahela y Allegheny. Este punto fue donde franceses ubicaron su fuerte "Duquesne" en 1754 y más tarde en 1758 fue levantado por los británicos quienes pusieron su fuerte "Pitt". El término gold viene de los origenes de Pittsburgh como una ciudad financiera, que acoge a más de 100 edificios oficinas, gran variedad de corporaciones y pequeños negocios. En los tiempos de la guerra civil, Pittsburgh fue pilar de la industria en el norte estadounidense.


Phipps Conservatory Botanical Garden. Fundado en 1893 por Henry Phipps, como regalo a la ciudad de Pittsburgh. El propósito era educar y entretener a los habitantes con amplios jardines y plantas exóticas (bonsai, orquideas, etc). Es un jardín precioso con arquitectura victoriana.

Recorriendo el Downtown, mezcla de grandes edificios antiguos y modernos, dedicados hoy en día a negocios y apartamentos para estudiantes. Pittsburgh es una ciudad antigua fundada en 1758, conocida como la ciudad del acero. Desde los primeros años del siglo XIX, los principales yacimientos de carbón y su excelente ubicación cercana a los ríos, hizo de Pittsburgh una de las ciudades industriales más importantes del mundo, sobretodo en el acero, dándole el apodo "Steel City" (ciudad del acero). Su economía sufrió graves decaídas en los años 70, cuando la industria siderúrgica entró en crisis debido a la recesión y la competencia de los productores fuera de Estados Unidos.

Thursday, February 16, 2012

Gozando como niños

Vivir en Pittsburgh nos ha hecho volver a nuestra infancia. Siendo invierno por aquí, hemos tenido pocos días con nieve, y con más razón esos poquitos días los hemos gozado como niños.

Aprovechando el rico día de sol con nieve, partimos en patota al parque.

Daniel se tiró en trineo ... hicimos guerra de copos de nieve y tuvimos la intención de hacer un mono de nieve, pero después lo cambiamos a algo más novedoso y bien chileno ... un moai!! Fue un muy rico día.


Monday, February 13, 2012

Lo que vale la pena 2


En el post anterior anduve algo por las nubes pensando en la felicidad y esas cosas. Ahora que lo pienso ese texto iría mejor en los diarios de vida que aun guardo que publicado en internet, pero en fin, tal vez pasa de manos y le llega a alguien al que le sirva o sino a fin de cuentas tengo claro que este blog no lo ve prácticamente nadie :-)

Si alguien de todas formas quedó preocupado, puede reconfortarlos de que mi vida sigue totalmente carente de alcohol, drogas y e incluso de bailar apretado. Si, ahora con el Nico por nacer y de por medio, la Pili y yo quedamos a una distancia que sería socialmente aceptable en la época nuestros abuelos, jejeje.

Terminado el disclaimer anterior me quedó rondando la idea de que tal vez no llevé el tema del post anterior suficientemente a tierra, que tal vez es fácil leerlo y dejarlo tan solo en palabras o divagaciones al aire. Por el contrario, al escribirlo estaba pensando en una especie de llamado a la acción. Es por eso que voy a tratar de dar algunas formas puntuales de llevar las ideas a la vida diaria. Recordemos que los objetivos son:
  • Sentirse orgullosos de quienes somos.
  • Dejar una marca positiva en otros.
  • Ser feliz.

Ninguno es completamente independiente de los otros, sino que van, en efecto, entrelazados. Cada punto sin embargo merece algunas reflexiones, pero es el primero de ellos el que considero resulta más escurridizo, por lo que aquí van algunas cosas que podemos hacer:

Perdonarnos nuestros defectos y falencias, presentes o pasadas. El futuro es una página en blanco y siempre es posible recuperarse de una caída o volver a empezar. Cuidado de caer en la flojera o complacencia, perdonar no implica justificar y los errores de ayer debieran tender a desaparecer mañana o no hay avance alguno. Lo importante en el fondo es poder librarnos de angustias, inseguridades, autocompasión y esa forma general de pensar en la vida como en un drama y que nos impide buscar oportunidades reales de cambio. Algunos problemas pueden no desaparecer por arte de magia, pero internamente vamos a estar mejor preparados para lidiar con ellos.

Perdonarnos nuestras limitaciones. Entender que nuestras capacidades y nuestro tiempo son limitados y contentarnos con la perspectiva de hacer lo mejor posible. No tratar de vivir tratando de cumplir expectativas imposibles, especialmente cuando son presiones de otros sobre lo que tenemos que hacer en nuestras propias vidas. (para algunos: desechar “la punta tecnológica”).

Practicar el distanciamiento. Entender que en el fondo no necesitas nada para ser feliz, que pocas cosas en la vida son realmente indispensables. Que no necesitas el auto, la casa grande, los muebles suntuosos, etc. Que si haces todo lo contrario de lo que cualquier propaganda dice vas a poder ser feliz igual. Necesitas un techo bajo el que vivir y comida en tu boca, pero en realidad poco más en incluso el techo y la comida pueden probablemente ser sencillos. Por duro que parezca, tampoco necesitas a las personas, si alguien se aleja de tu vida, déjalo ir, siempre habrá más gente por conocer.

Los tres pasos anteriores están pensados para otorgarnos una sola cosa: libertad. Sólo siendo libres somos realmente capaces de elegir nuestros caminos en la vida. Quienes queremos ser y qué queremos lograr. Preguntas cuyas respuestas difícilmente van a venir del exterior.

Siendo libres podemos abrir de verdad los ojos y ver que caminos reales tenemos por delante y, la verdad, son tantos que solo verlos puede llenarnos de duda o indecisión (un factor psicológico que está bien documentado: parálisis de análisis), sin embargo, la idea no es preocuparse de tomar la mejor decisión, sino de tomar alguna decisión y siempre y cuando sea una decisión libre. Una fuente de duda es pensar “¿Qué hubiera pasado si…?”. Si algunos científicos tienen razón, existen billones de universos paralelos en que si elegimos la puerta de al lado, pero si queremos ser pragmáticos, es imposible saber nada al respecto y por ende la misma pregunta resulta irrelevante. Lo importante es elegir.
La libertad y el desapego pueden parecer contradictorias. ¿De que me sirve elegir si ya no necesito nada de la vida? La verdad es que viví este sentimiento en una etapa y es una sensación extraña, sin embargo, existe una importante diferencia entre no necesitar nada y no querer nada. No necesitar es un estado mental/espiritual en que eres libre de lo no esencial, libre de la angustia, del miedo y de la ilusión del control. No necesitar no merma tu capacidad de disfrutar de las cosas que te ocurren o de soñar con las cosas que podrían ocurrir, por el contrario, te dan la tranquilidad necesaria para hacerlo de una forma mejor y más abierta e inclusive para buscar la realización de esos sueños sin otras ataduras. El mantra a seguir en mi opinión es “necesitar poco, soñarlo todo”.

Ahora, qué desear es una pregunta cuya respuesta es distinta para distintas personas. Hay decenas de objetivos loables en la vida, cada uno de ellos suficiente para llenarla por completo: deporte, música, conocimiento, caridad, trabajo, amistad, paternidad, ver el mundo, y un largo, largo etcétera. Es más, la mayoría de nosotros tampoco va a optar por una sola cosa, sino por una mezcla de varias, con distintos niveles de éxito en cada una de acuerdo a nuestros talentos y a la forma en que balanceamos nuestro tiempo entre ellas. Lo importante en mi opinión es que esas elecciones nos cambien, nos redefinan. Si dedicamos nuestro tiempo a cosas que no nos hacen mejores ni ayudan a otros es probable que sean solo entretenimientos pasajeros. Son ricos, pero en su sana medida, o de lo contrario corremos el riesgo de mirar atrás y darnos cuenta de que no tenemos nada que contar, de que ha pasado y pasado el tiempo sin casi darnos cuenta, de que nuestra vida ha sido en efecto muy poco densa.

Ejemplos de cosas que siento no me cambian, sólo me entretienen (y a veces ni eso):
  • Ver películas o televisión
  • Ver un partido de algún deporte
  • Jugar computador o consolas
  • Leer noticias (o peor aún, farándula o pseudo-noticias)


Ejemplos de cosas que siento me transforman:
  • Tomar un desafío, hacer algo por mí mismo
  • Aprender
  • Viajar
  • Reflexionar
  • Hacer algún deporte
  • Trabajar (dependiendo…)
  • Hacer algo que nunca había hecho antes
  • Conversar con amigos de temas importantes/personales.
  • Construir media aguas
  • Estar casado

Tal vez si pasara más tiempo podría llenar ambas listas con más y más cosas, pero supongo que se entiende la idea. Al final, creo que la diferencia radica en que hay actividades que uno aborda en forma pasiva y otras dónde se toma un rol activo, propio, que deja una influencia más duradera. Es la diferencia entre ser un espectador de las vidas de otros o un protagonista en la propia. Lo primero es sin duda más fácil, nos pasa por fuera requiriendo escaso esfuerzo, perseverancia o compromiso. Tampoco es malo, por el contrario, un buen balance es necesario y todos necesitamos un descanso de vez en cuando. Lo importante es no romper ese balance hacia ese lado, no dejar que la vida nos pase de largo. Al final, la próxima vez que alguien te pregunte “¿Qué es de tu vida?”, ¿Qué tan interesante va a ser tu respuesta?

Friday, February 10, 2012

No existe el país perfecto para vivir

Hoy quiero compartir con ustedes una experiencia que nos ha tocado vivir, y que nos ha hecho darnos cuenta que no existe el país perfecto para vivir.

Estados Unidos conocido como el "boom tecnológico" presenta actualmente la puntuación más baja en economía, calidad de vida y trato humano. Muchas veces quizás lo miramos como un gran país, con muchas oportunidades, pero es sólo producto de nuestra idealización, ya que lo que nos muestran las revistas de turismo, es una faceta con la cual uno se enfrenta siempre que la agencia te vende el paquete de vacaciones. Como turista suele verse muy bonito, pero una vez que tienes que meterte en el trámite de día a día, te topas con experiencias sin sentido, así como también nos topamos en nuestro propio Chile.

Además de contarles la bonita historia de lo que han sido estos 6 meses viviendo aquí, es bueno contarles el lado no tan lindo de la moneda.

En enero con Daniel decidimos tramitar the driver license (del estado de Pennsylvania) por varias razones:

- te sirve como identificación al no tener social security number.
- si decidimos comprar un auto si es que sale una oportunidad, aquí no se puede comprar ni arrendar si no tienes carnet de manejar.
- hasta el momento nos hemos manejado bien sin auto, aunque quizás con auto hubiéramos salido más fuera de Pittsburgh, pero con Nicolás pensamos que por lo menos para mi sería más fácil tener un acceso a auto (propio o arrendado), en vez de movilizarme con el tremendo coche que en muchos buses o micros no está permitido subirse.

En fin, varias ventajas que nos llevó a tomar la decisión. Reunimos mateamente TODOS los papeles que necesitaban.Nos estudiamos el manual a la perfección, que a todo esto es un buen libro para quedarse dormido si estás desvelado :). Los gringos tienen mil reglas y algunas MUY severas.

Fuimos a rendir primero el examen teórico. Yo un poquito nerviosa porque de repente el inglés te pilla con algunas palabras específicas, pero vamos que se puede!

Primer paso: nos topamos con el único que atiende estas cosas (sonará un poco discriminatorio, pero el señor se lo merece), un gordo afro americano con cara de poto. Daniel pasa primero, lo saluda "Muy buenos días", y el gordo le responde seriamente: "no tiene nada de bueno". Ok, amanecimos con el pie izquierdo parece. Revisiones varias de los papeles, Daniel pasa el teórico y le dan un número para pedir hora para hacer el examen práctico. Excelente!! Aprobado!! Ufff ...

Paso yo, me pide los mismos papeles, sin querer le paso uno en un orden incorrecto y empieza con un bla bla bla. Le pedí que me hablara un poco más lento para poder entender, y al contrario, menos modulado y más rápido me habló. Daniel, en ese momento haciendo el examen teórico, me vio complicada y me calmó a la distancia. Estando embarazada, la sensibilidad aumenta, pero creo que embarazada o no embarazada hubiera sentido lo mismo. Me aguanté las lágrimas como sea, siempre digna :).

Resumen: aprobé el examen teórico de primera!! Ufff ... mucha gente lo pasa como a la tercera, lo cual me hizo sentirme orgullosa. Pero, no me dio la opción de pedir hora para el práctico, ya que por ser dependiente de Daniel (Visa F2), tienen que enviar todos mis papeles a la oficina estatal para ser revisados y aprobados. 2 a 3 semanas después, me llegaría una carta con la absolución a la casa y con la carta tenía que volver a su oficina. Ok :).

Me llegó la carta hace dos días, y ayer con harta fuerza decidí ir a enfrentarme nuevamente al gordo. Fui sola porque Daniel ayer tenía clases. Me dije, cómo no lo voy a poder enfrentar? Si es sólo una persona. Aparte el trámite es simple, entregar la carta, pagar y recibir la hora para el práctico.

Fui. Me senté esperando a que atendiera a un pobre chinito. Me miró de rehojo, son una sonrisa malévola (recordé la sonrisa del Grinch). En fin, pasé, le entregué la carta y mi pasaporte, que era lo que faltaba. Me empezó a pedir TODOS los papeles uno a uno denuevo (menos mal los había llevado). Los revisó leeeentamenteeee. Todo ok? Sonrió y dijo, no, necesito otra justificación de tu residencia (gas, agua, luz, servicios en general). Yo ya le llevaba una del hospital (lo requerido), más TODOS los papeles de Daniel con justificaciones de residencia también. Me dijo necesito una segunda tuya a tu nombre. Le expliqué que mi marido es el que recibe todo a su nombre. Le pasé la libreta de familia, los formularios donde aparece clarito que soy dependiente. No. Me pidió una licencia de conducir válida de Daniel. Le dije, pero si la estamos tramitando juntos. No. Resumen: el gordo tenía ganas de joder a alguien y no sé si al verme embarazada (porque ya no paso piola) o por ser mujer, me tocó a mi. Qué injusto!! No me dejó opciones de hacer nada!!

Y lo peor de todo, es chuta que uno se siente limitada por el idioma. En ese momento no encontré palabras adecuadas para mandarlo politemente a la punta del cerro. Sólo le dije, qué triste, usted me aceptó todo la vez pasada, tengo todo lo requerido y ahora por nada tengo que volver a venir, como si fuera muy fácil, gracias!

No saben lo impotente que me sentí. Me sentí discriminada, humillada ... increíble como UNA mala persona te puede afectar tu día. Negarme un servicio porque le bajó la gana.

En este momento nos encontramos tomando las medidas necesarias para solucionar este problema, llámese mandando cartas a los lugares adecuados, principalmente al alcalde de Pittsburgh quien justamente estaba pidiendo sugerencias para atraer a más latinos a la ciudad.

Vamos a ver qué pasa, ahí les cuento en qué termina, ya que esta semana se viene una cita 2.0 con el gordo again, esta vez ambos con Daniel.

Espero no terminar teniendo que sacar patente al coche de Nicolás, jajaja.

Y bueno, como un disgusto no viene nunca solo, hace tres días estamos con LA ducha mala. Mantención no se digna en llamar ni aparecer (a pesar de nuestros infinitos reclamos), ya que no poder ducharse y oler mal no es una urgencia para ellos :). En fin, nuestra solución ha sido volver al baño prehistórico y sobreviviente de los campamentos, mientras esperamos que mantención aparezca.

Pero la vida me ha enseñado a descargar mi rabia haciendo cosas positivas, así que estos últimos días hemos comido cosas bien ricas ... queque casero ... pastel de choclo ... pan amasado .... y pizza hecha con masa casera.


Monday, February 6, 2012

Lo que vale la pena


La vida es corta. Puede parecer un pensamiento enormemente trillado pero no por ello deja de ser un hecho, y menos aún un hecho que podamos darnos el lujo de ignorar.  Sin embargo, es demasiado fácil ser conformista y ver los días y las semanas pasar volando sin casi darnos cuenta. Estamos, irónicamente, demasiado ocupados o demasiado preocupados como para pensar en estas cosas. Y es que poco sabemos a dónde vamos y poco nos preguntamos quiénes queremos ser.

Hace tiempo que pensaba abordar este tema, pero es un tema difícil. Yo tampoco sé, en todo momento, a dónde voy o qué tengo que hacer para llegar allá. Pero en fin, la vida carece de recetas, ¿o no? Pues, no. La verdad es que la vida está llena de recetas, está de hecho colapsada por más recetas de las que cualquiera puede seguir en una sola vida y es tal vez por lo mismo, por no existir LA receta, que dejamos la misma pregunta de lado. Sin embargo, creo que con el tiempo he llegado a tener una noción, probablemente incompleta e imperfecta, de cuál es MI receta. Y este post no es nada menos que mi mejor intento de poner todo junto en algo que ojalá haga sentido, algo que sirva para recordarme de cuando en cuando el camino y, quien sabe, tal vez para que otros puedan encontrar el de ellos. Y si de caminos se ha de hablar, tan solo hay un lugar para empezar:

“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.”

Antonio Machado

“Pero, caminante sin camino,
no seas hombre errante,
no te falte aparente destino.
Pues si de estelas se trata,
como te dirá cualquier marino,
siempre a puerto han de apuntar.”

Yo

Y es que el poema habla hermosamente de la melancolía del tiempo pasado y de la incertidumbre del tiempo futuro, pero de alguna forma me hace imaginar al hombre perdido en la vastedad del océano, sin ruta y sin motivo. ¿Somos acaso ese caminante? Quisiera no serlo y el mejor verso, el que fue hecho canción, es aquel que indica que se hace camino al andar, que al final depende de nosotros dar un paso tras el otro y trazar nuestra propia senda. Pero lo primero, a mi entender, es saber a dónde vamos…

Lo primero que quisiera obtener en la vida es algo obvio: la felicidad. Pero algo de introspección me hace pensar que la felicidad del momento no es lo único. No importa cuántos panoramas arme siento que nunca podré llenar mi vida de entretenimiento lo suficiente como para evitar los momentos de vacío en el medio. Ninguna playa, por soleada que sea, ninguna fiesta, por loca o colorida, va a ser capaz de llenarme por completo. Y es aquí donde creo que muchos fallan, en no darse cuenta de que, por placentero que resulte, el entretenimiento y la felicidad no son lo mismo.

Es en mi vida importante poder en efecto volver la vista atrás y ver esa senda que nunca de nuevo he de pisar. Es entonces que me doy cuenta que las huellas no son las mismas, no pertenecen al mismo caminante, pues en verdad cada paso cambia al que camina en alguien más. ¿Alguien mejor? Ahí radica, para mí, una respuesta. Creo que mi felicidad está en poder ver que es lo que las huellas han dejado en mí, poder tal vez darme cuenta de que estoy contento con quién soy y de lo que he hecho. De poder compararme con ese caminante del pasado y sentir que, tras tanto caminar, ha avanzado.

Y es que he descubierto que no han nada más desalentador que mirar atrás y darse cuenta de que no hay nada cambiado, nada que contar, nada nuevo. La marca de una vida rutinaria, literalmente, sin penas ni glorias. Nada peor que no ver a alguien en semanas o meses y que la pregunta “¿Qué es de tu vida?” no traiga ninguna imagen a tu cabeza. Y sin embargo, es tan fácil dejar que ocurra. Y es que existe al parecer la vida misma no parece estar constituida por segundos o minutos, sino por experiencias, vivencias y aprendizajes. Creo que podemos hablar entonces, ingenierilmente lo sé, de “densidad de vida”, y medirla en unidades como “vivencias/minuto” o “aprendizajes/año”. Y es que al final, aunque el tiempo pasa igual para todos, algunas vidas son mucho más densas que otras…

Quisiera también poder mirar atrás y ver que mis huellas se han cruzado con las huellas de otros. Más aun, quisiera que al juntarse ambas huellas, en vez de seguir impasibles, hayan tomado un mejor curso. No sé si esto calza con el mítico “deseo de trascendencia”. No pretendo que la historia me recuerde. Probablemente pasadas unas cuantas generaciones hasta mi propia descendencia va a pensar en mí tan solo como un nombre más en el árbol genealógico. No, ninguna estela dura mucho en el mar y puedo aceptarlo. Lo que quisiera es que en algún momento y lugar, tal vez ahora mismo, tal vez años después de haber muerto, alguien se acuerde de mí con una sonrisa en el rostro o con agradecimiento en el corazón.

Hay una cosa más, y es que mirar atrás no requiere esperar a que nuestros días se acaben, más aun, puede ayudarnos también a mirar adelante cuando aún es tiempo. Hoy no tengo certeza de que me depara la vida, nunca voy a tenerla, pero sí puedo decir que sé que estela quiero dejar. He ahí mi camino y las cosas que he descubierto. Mi vida ha sido corta comparada con mis abuelos, pero larga comparada con el hijo que, incidentalmente, está por nacer. Suficientemente larga al menos como para mirar atrás y darme cuenta de que mi vida, si bien imperfecta, ha sido densa, de que creo haber dejado una pequeña huella en unos pocos y de que, indudablemente, soy feliz.